Hace casi un año que no escribo en este blog, y la verdad es que os debo explicaciones de por qué tanto silencio.
En realidad han sido dos las razones de este parón. La primera y menos importante de ellas es el máster que he realizado y que acabo de terminar, que fue una carga de trabajo a la altura de lo interesante que era. La otra, y quizá más importante para vosotros, es una historia corta que estoy escribiendo. O, más bien que no estoy escribiendo, ya que la comencé hace más de un año (año y medio, creo recordar) y todavía no he terminado. No os penséis que es que es muy larga, o que requiere mucha documentación detrás (requiere, pero lo normal); lo que pasa es que es la historia más difícil de escribir de todas a las que me he enfrentado.